El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, la principal obra de transformación energética en marcha en nuestro país, tiene un nuevo hito: en la localidad de Doblas, La Pampa (km 440 de la traza), se puso en funcionamiento una soldadora automática de caños, tecnología que se utiliza por primera vez en Argentina.
Se trata de un sistema de soldadura automatizada, de última generación, traído de Estados Unidos, que permite reducir los tiempos de obra al incrementar la cantidad de tubos que pueden soldarse por día, minimizando los errores y dando previsibilidad al ritmo de producción.
Este equipamiento y otro similar se usan tanto en los tramos 1 y 2 de la obra, que va desde el kilómetro 0 de la traza en Tratayén, Neuquén, hasta el km 440 en La Pampa, los dos más extensos del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, que lleva adelante la UTE Techint y Sacde. La ventaja de este sistema es que garantiza producción y calidad constante.
La soldadura automática funciona en dos planos: en el interno con un proceso simultáneo de 8 puntos de soldadura en toda la circunferencia, y en el externo con dos unidades, con dos puntos de soldadura cada una, que orbitan el lado externo del tubo para completar el proceso. Luego las soldaduras se verifican a través de un sistema de ultrasonido, lo que garantiza su calidad.
Estos dispositivos se van moviendo a medida que avanza la obra en cada uno de los tramos y se suman a las plantas de doble junta que permiten soldar en forma industrial caños de 12 metros de 36 pulgadas de diámetros en una sola pieza de 24 metros de largo, que luego son llevados a la traza donde se sueldan entre sí con el sistema automatizado.
Semanas atrás, se inició la soldadura con el sistema convencional en Salliqueló, en el tercer tramo de la obra, que se extiende desde el km 440 de la traza en La Pampa hasta esa localidad bonaerense.
Con una extensión de 573 kilómetros, el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, a cargo de Energía Argentina, permitirá ahorrar más de 2.900 millones de dólares al año entre sustitución de importación de combustibles y reducción de subsidios, aumentará la disponibilidad de gas a precios competitivos y genera 10 mil puestos de trabajo directos y otros 40 mil indirectos, entre la construcción de la obra y la mayor producción de gas en Vaca Muerta.